jueves, 26 de julio de 2007

El encanto de la identidad

En un breve párrafo del capítulo “La venta de diseño” de Casos de comunicación y cosas de diseño[1], propongo que la identidad “no se dice”. Por extensión de la perspectiva triádica propuesta por Charles S. Peirce, esa afirmación se puede explicar agregando que la simbolización con respecto al objeto será siempre parcial. La identidad, por su parte, es del orden del interpretante: puro pensamiento, reglas, cultura, que si se expresara se convertiría en simbolización de otro objeto, siguiendo, de este modo, en una semiosis ilimitada. Los intentos por fijar la identidad en un símbolo o, más aún, en un objeto, corresponden a configuraciones totalitarias de cualquier género, tema, especie, en fin, de cualquier “signo”.

En el artículo “Identidad y destino” publicado el 16 de junio de 2007en la sección Notas del diario La Nación, Silvia Hopenhayn escribe: “La frase “tener una identidad es tener la ilusión de un destino” se repite a lo largo de todo el ensayo de Amartya Sen Identidad y violencia, publicado por Katz Editores. ¿la identidad es entonces una ilusión? ¿O tener un destino es un simulacro de identidad? El tema es complejo, sobre todo en estos tiempos de de supuesta globalización, en los que parecen confundirse las nociones de referencia con la de pertenencia”. Tener referencias de algo es un conocimiento parcial que no determina una pertenencia. Pertenecer, más que un privilegio es una determinación.” Luego, cita a Sen: “Incluso cuando tenemos claro cómo queremos vernos, es posible que nos resulte difícil persuadir a los demás que nos vean de esa manera”.

La identidad “no se dice” porque, siempre, lo dicho será un recorte parcial. La identidad surge como una producción de sentido. Más aún, las “crisis de identidad” son un síntoma de alguna configuración identitaria.
Mientras tanto, así estamos, confundiendo el símbolo con el objeto; intentando imponer unos y resistir otros aquello que se constituye en una construcción colectiva.

[1] Casos de comunicación y cosas de diseño, Paidós, Buenos Aires, 2007.

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