miércoles, 27 de febrero de 2008

Breve etimología textil

Publicado en el Nº 180 de la revista Galaxia de la A.A.Q.C.T.

ALGODON. Hacia 950, algotón del árabe qutn, vulgarmente qotón.

ALMOHADA. Del árabe hispano, en 1400, muhádda, derivado de hadd “mejilla”.

BATISTA. Del francés, batiste por Baptiste, nombre del primer fabricante de la tela en Cambrai en el siglo XIII.

BLANCO. Hacia 1140, del germánico blank “brillante”.

BOMBASÍ. Del catalán bombasí y éste de la forma italiana bambagino que deriva de bambagia o bombage “que a su vez pertenece a la familia del latín bómbix “gusano de seda”.

BUFANDA. Hacia 1780, del francés bouffante, participio activo de bouffer “inflarse”.

CAMISA. Hacia 1900, del latín tardío camisia, palabra de procedencia extranjera para el latín y de historia incierta. Una opinión es que procede del germánico hemd que en alemán antiguo es hemdlt y en anglosajón cemes por “conducto” en celta.

CHALECO. Como jubón de media manga era común en los puertos del Norte de África con el nombre argelino de galika, alteración del turco jalek, casaca de los cautivos, quienes la llevaban. En Los cautivos de Argel, Cervantes la utiliza en tal sentido. Lope de Vega emplea la forma xaleco. En italiano es giuliecca el “vesti di Galeotti”. La prenda actual se introduce en Francia con el nombre de gilet de donde pasó a Portugal jaleco y a España como chaleco.

CHAMBERGO. Citado frecuente en la literatura rioplatense se lo podría suponer con este origen, pero su nombre se aplicó a las prendas formadas por una casaca y un sombrero que usaban los soldados del Mariscal francés Fréderic Armand, Conde y Duque de Schömberg. Primero fue adjetivo y así se llamó a la guardia chamberga creada en España por la regente Mariana como cuerpo especial que llevaba esta prenda. Luego, se sustantivó especialmente para el sombrero.

CHEVIOT. Del inglés cheviot “lana de Escocia y paño que se hace con ella”, procedente del nombre de los montes escoceses donde se cría esa raza.

COLOR. Hacia 1140, del latín color. En 1220-50 significa “adornado, compuesto” y hacia 1330 colorado “rojo”.

CORBATA. Tiene un antecedente en la gorguera (gurga en latín vulgar es garganta), aquel enorme adorno de lienzo plegado. La corbata actual imita el pañuelo anudado que llevaba un cuerpo de soldados croatas que estuvo al servicio de Francia hacia 1636. El español corbata deriva del francés cravate y el italiano corvata procede del serbocroata brvat, denominación que se dan a sí mismo los habitantes de Croacia cuyos soldados usaban esa prenda.

CRETONA. Del francés, crétonnne, por el pueblo de Creton, en Normandía, donde se fabricaba.

ESTAMPAR. De origen germánico hacia 1530, probablemente derivada del francés estamper, antiguamente aplastar, machacar. Derivan: estampa, estampilla, estampación, estampado.

FALDA. Hacia 1220, faldón “cada una de las partes de una prenda de vestir que cae suelta sin ceñirse al cuerpo” y también “parte de un vestido de mujer desde la cintura abajo”, “regazo”. Del germánico y, probablemente antes del fráncico falda “pliegue”.

FLECO. Hacia 1680, descendiente del semiculto latín flúccus “copo de lana”.

FRISA. Hacia 1250 “tela ordinaria de lana”, probablemente del latín tela frisia, así llamada porque se importaba en barcos de Frisia. Deriva: frisar “levantar y rizar el pelo de algún tejido mediante cardas”, 1490, de donde derivan refregar y rozar.

GALAXIA. Desde finales del siglo XVI “vía láctea”, tomada del griego galaxias “relativo a la leche” derivado de gálaktos “leche”.

GASA. Toma su nombre de Gaza, ciudad de Medio Oriente, donde tuvo origen.

INDUMENTARIA. Como “estudio histórico del traje” data de 1884, como “vestimenta” desde 1925. Es el derivado culto del latín indumentum “vestido”, derivado de induere “poner un vestido”, “vestir”, “revestir”.

LANA. Hacia 1220, del latín lana “vello, bozo”.

LIENZO. Hacia 900, del latín líntéum “tela de lino”. Es incierta la aplicación del diptongo ie, si bien hay indicios que una variante lénteum existía en latín vulgar. Derivan: lencero, lencería.

LÍNEA. En 1250 liña. Hacia 1490 toma del latín linéa “raya, rasgo” y principalmente “hilo de lino”.

LONA. Hacia 1500, olona “tela fuerte para velas de navío”. Proviene de Olonne, ciudad francesa en la costa atlántica donde se fabricaba esta tela.

LINO. Hacia 1100, del latín línum (la fibra de lino).

MACKINTOSH. Los jóvenes no han de recordarlo, pero en una época, en nuestro país, a todo abrigo impermeable se lo llamaba mackintosh. Es que fue Charles Mc. Intosh (h), en Glasgow, el químico que en 1823 inventó y patentó un sistema para impermeabilizar telas con gomas disueltas en nafta. El sistema se mejoró en 1839 con la vulcanización, aplicándose el nombre de mackintosh no sólo a la tela sino también a la prenda confeccionada con ella.

MADEJA. Hacia 1335, del latín mataxa “hilo, seda cruda”, que en todas las lenguas romances ha tomado el mismo sentido que en castellano.

MAMELUCO. Hacia 1585 “bombacha de la guarda de corps de los sultanes de Egipto. A mediados del siglo XIX “hombre bobo”. Como americanismo, primero fue “pantalones a lo mameluco” por alusión a las bombachas de los orientales, luego “traje de faena de pantalón y camisa en una pieza”. Proviene del árabe mamlúk “esclavo, sirviente” que es el participio de málak “poseer”.

MATIZAR. Desde principios del siglo XV “graduar un color con delicadeza” y “combinar con proporción diversos colores”. Vocablo propio de tres lenguas romances de la Península, de origen incierto. Probablemente deriva del latín matizare en siglo XII, tomada del friego lammatizó que deriva del bajo griego lámma “matiz”. Este último también había significado “cinta” y “franja de color diferente”.

MEDIA. No tenía ese nombre ni era conocida la prenda por los romanos que tomaron su uso de los germanos habitantes de regiones más frías. Su uso llegó a generalizarse en la Edad Media constituyendo una sola pieza de la cintura a los pies llamada calza (Don Gil de las calzas verdes). Al separarse luego la prenda en dos partes, la superior más grande pasó a llamarse calzón y la inferior, más chica, calza o calceta. Como esta última constituía un par, para designar a una sola comenzó a llamársela media calza, quedando luego el nombre reducido a media, que se sustantivó. Cuando se habla de “un par de medias” se refiere a “dos mitades”; situación que llega al extremo en regiones de Colombia donde para referirse a una sola de ellas se dice “media media”. Una situación parecida ocurre con mitón, una especie de guante que no cubre los dedos y proviene del francés miton que surge del latín medieta, que significa mitad.

NAILON ó NYLON. Ambos aceptados por la Real Academia Española. Es una marca registrada en 1938 en los Estados Unidos por Dupont du Nemours por su equipo técnico dirigido por Wallace H. Carothers.

PANAMÁ. Uno de los sombreros (prenda que da sombra) más conocidos es el panamá, de paja tejida, muy liviano y fresco. El de mejor calidad se fabricaba en Ecuador, pero lleva ese nombre porque desde Panamá se exportaba a Europa.

PANTALÓN. Hacia 1800, derivado del francés pantalon, formado con el nombre de Pantalone, personaje de la comedia italiana caracterizado por un pantalón largo a la veneciana y bautizado con el nombre de San Pantaleón, muy común para el pueblo de Venecia donde aún disfruta de gran veneración.

PIJAMA. Del inglés pyjamas que deriva del hindustán paegama, pantalón o bombacha de uso común entre los mahometanos, término formado con pae “pie” y gama “vestido”. En occidente se conoció hacia 1910, al regreso de viajeros británicos de la India. En Argentina escribimos pijama y pronunciamos piyama.

POLLERA. Desde aproximadamente 1360 “especie de cesto para criar pollos”. Hacia 1700 “enser de mimbre para que los niños aprendan a andar” y luego “falda acampanada que se ponían las mujeres debajo de la saya”. Aproximadamente desde 1760 “falda externa del vestido femenino”.

POLAINA. Del francés poulaine “calzado” y este del francés antiguo poulanne, propiamente “piel de Polonia” por ser el país donde se fabricaba.

POPLIN. Término inglés de uso frecuente aunque existe el español popelina. Se fabricaba en Francia, especialmente en Avignon cuando allí residían los Papas de donde deriva su nombre popelina del italiano papalina.

RANGLAN. Si bien la Real Academia Española no registra la explicación correspondiente a las mangas, reconoce las formas raglan y raglán, para una especie de gabán holgado de hombre. Fitz Roy Somerset, Barón de Ranglan, Mariscal y comandante de las fuerzas inglesas en Crimea, es célebre por su orden no muy clara que provocó en Balaclava la carga de la Brigada Ligera que término en desastre y por eso fue juzgado. Interesa el personaje por su forma de vestir; quizás por la falta de un brazo que perdió en Waterloo se había hecho confeccionar una prenda con mangas de corte diagonal desde el fin del cuello hasta la axila que le resultaba cómoda y terminó llevando su nombre.

ROPA. Voz germana de aprox. 900, “despojo”, “roba”. En catalán rouba, en francés robe “prenda de vestir”,, en italiano roba “ropa”, “ajuar”, “mercancía”; todos ellos derivan del verbo germánico de donde sale “robar” con el sentido primitivo de “despojo”, “botín”, pero en castellano y portugués hay que partir de la variante rauba, debido al influjo que sobre aquel verbo ejercía otra voz germánica raupjan “pelar”, “arrancar”. Es decir, el origen de ropa es del orden de prenda (en el sentido de prendario o mercancía) que se quita.

SÁBANA. Hacia 1140 “llanura de árboles”, plural de sábanum y éste del griego sabanón “toalla de baño”, a su vez, de origen semítico.

SACO. Hacia 1200, del latín saccus “saco de trigo, de dinero, etc.” Como “vestido grosero” del griego sakkos. Como prenda de vestir, desde 1351, acepción hoy americana, viene de la segunda acepción latina.

SEDA. De origen incierto. Quizá proviene del latín saeta “cerda de puerco, de caballo, etc.”. Como “sedal de pescar” debió usarse para este uso en la Edad Media como hilo. Todas las lenguas romances suponen como nombre de la seda una base seta, desde ahí pasó el vocablo a lenguas germánicas y celtas.

TAPIZ. Hacia 1550, del francés antiguo tapiz “tapete, alfombra” y éste del griego tápiti, diminutivo de tapés.

TEJER. Hacia 1220 del latín texére “tejer”. Derivan: tejedor, 1495; tesitura en el siglo XX del italiano tesitura “tejedura”, de ahí “altura propia de cada voz o instrumento” y luego “disposición de ánimo”. Entretejer es de 1490. Cultismos: texto del latín téxtum “tejido”; textual, contexto, textura. Pretexto en el siglo XVII del latín praetextus, es un uso derivado de pratexere “poner como bordado o tejido delante de algo”. En latín, la praetexta era una “toga adornada con una faja de púrpura”.

TELA. Del latín téla que es una reducción de texla, que deriva de texére.

TEÑIR. Hacia finales del siglo X, del latín tingéré “mojar, empapar”. Derivan: hacia el siglo XIII, tinto que es el participio pasivo de teñir; tinte, probablemente desde 1495, tomada del catalán y el árabe; en el siglo XIII tinta del latín tardío tincta, femenino del participio tingéré; tintorero, alteración de tinturero (bajo el influjo del antiguo tintor).

TOALLA. Hacia 1570, del germano thwahijó que proviene del alemán antiguo dwahila, de un dialecto alemán zwehle. La forma antigua castiza fue toaja hacia 1250, la forma moderna debió tomarse del italiano o del catalán.

TUL. Del francés tulle por haberse establecida en la ciudad de Toulouse las primeras fábricas.

VELLÓN. Es el aumentativo del latín vellocino “toda la lana junta de una res recién esquilada. Su origen es villus, 1490, “pelo de los animales o de los paños”. Como moneda, del francés antiguo billon “lingote, aleación de un metal precioso”.

YUTE. Palabra de mediados del siglo XIX que deriva del inglés jute en 1746 y éste del bengalí jhuto de origen sánscrito. Derivan: yuxtaponer y yuxtalineal.

Hasta aquí este glosario, muy breve por cierto. Puede usted colaborar enviando otras con su explicación y fuente de origen. Por ahora, podríamos decir que está OK.

OK, OKAY y OKEY. Si queremos decir que algo está concluido o merece nuestra aprobación probablemente utilizaríamos esta sigla que tiene más de 100 años. Nace durante la construcción del puente de Brooklyn, diseñado por el Ing. alemán John Roebling. Muerto en 1869, es su hijo Washington A. Roebling quien dirige la obra durante catorce años, terminándola en 1883. Aquejado por un mal que lo inmovilizó, debió supervisar la construcción desde la ventana de su cuarto; desde allí vigilaba todos los detalles dictando notas a su mujer Emily e inicialando los informes que merecían su aprobación con la sigla que en un principio era A.K. alles korrekt “todo correcto” en alemán. Posteriormente, a partir de la pronunciación en inglés ol, la sigla se modificó pasando a escribirse OK.

FUENTES:
Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana, Joan Corominas, Editorial Gredos, España, 1997
Curiosidades Etimológicas, Salvador Diego Navas, Editorial Ayacucho, 1986.
Gran Diccionario Cuyás Inglés-Español Español-Inglés, Arturo y Antonio Cuyás, Editorial Hymsa, Barcelona, 1985.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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