jueves, 2 de abril de 2009

¡Ay, Santiago!

La que sigue es una nota publicada en el blog www.rambletamble.blogspot.com (blog que recomiendo).

Rosas silvestres , Por Clarice Lispector

Publicada en el diario Jornal do Brazil, 18 de mayo de 1968.

Las rosas silvestres tienen un misterio de los más extraños y delicados:
a medida que envejecen perfuman más.
Cuando están por morir, ya ajándose, el perfume se vuelve fuerte y dulzón,
y recuerda las perfumadas noches de luna de Recife...

Fragmento de un texto tremendamente bello. Pero que se reduce a la nada cuando lo comparamos con este otro fragmento de un poema escrito por el gran Santiago Kovadloff en el año 1984, o sea, unos dieciseis años (¡16!) después del texto de Lispector.

Y ahora que está de moda copiar lo que hace Brasil, señores ¡este es un adelantado!

Flor de verano, fin del país, Por Santiago Kovadloff

Inquietante lección de los jazmines:
cuanto más agonizan más perfuman.
Doblados sobre el tallo, yendo del blanco luz al blanco macilento,
caen y se pudren mientras perfuman
sin tregua el cuarto en que aún resisto...



Esa nota de rambletamble me hizo recordar otra coincidencia.

El tema del silencio siempre me pareció interesante desde la comunicación. El silencio como hiato, como cesura, como ausencia o como censura.
En 1993 Santiago Kovadloff publica El silencio primordial (Buenos Aires, Editorial Sudamericana). Copio su Índice:

Prólogo a un silencio mayor
La palabra en el abismo: poesía y silencio.
El silencio en la cura.
El silencio musical
El silencio matemático
El silencio monástico
El silencio en la luz: la pintura
El silencio amoroso
Bibliografía general

Lo curioso es que en la "Bibliografía general" no incluye el libro El silencio; una compilación de Carlos Castilla del Pino publicado un año ante, en 1992, por Alianza, Madrid, cuyo Índice es:

Introducción, Carlos Castilla del Pino
La conducta del silencio, Alfredo Fierro Bardajl
El silencio en el proceso comunicacional, Carlos Castilla del Pino
El silencio en la literatura, Carmen Boves Naves
Las voces éticas del silencio, Javier Muguerza
El silencio de Cristo, Alfonso Álvarez Bolado

¿Parecidos, no?
No digo que se trate de dos casos de plagio, de hecho no lo son. Pero tampoco se trata de inspiración. Digamos que Santiago Kovadloff es un filósofo con muchas aspiraciones.


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